6 de enero de 2022
La noche más mágica del año, la noche de Reyes, acaba de pasar y con ella, se han cumplido o casi, millones y millones de ilusiones que teníamos todos y que no nos ha dejado dormir tranquilos. En realidad, a veces todas nuestras ilusiones no se ven cumplidas, no puedo decir el porqué, pero seguro que tendrá sus motivos.
En nuestra asociación, y sobre todo por la pandemia, los regalos han llegado antes que en otros lugares del centro o de la periferia de Madrid. Ya sabeis que se debe de evitar las aglomeraciones, distancias de seguridad....para evitar en lo posible esta ola desbocada de contagios, Así que en vez de hoy , sus Majestades de Oriente, llegaron ayer, y, como podeis ver por las fotos, la gente menuda no daba a basto abriendo paquetes y mostrando en los ojos asombrados, esa alegria que pocas veces se puede comparar como la alegria del dïa de Reyes.
Muchos de nosotros, en lo más profundo del corazón, teniamos la esperanza que esta mañana al poner las noticias, oir algo así: 'Esta noche, no se ha registrado un solo caso de Omicrón, y en los centros hospitalarios tampoco ha habido ninguna consulta de pèrsonas aquejadas por el virus.'
¿Os imaginais que regalo de Reyes? Pensar que ya si podriamos retomar con nuestra vida diaria, como cuando la dejamos, hace ya dos años, y salir a la calle sin impedimento para relacionarte con tus amigos y darnos besos y abrazos y sentarte todo lo cerca que quieras y en fin, ser eso, lo que siempre hemos sido personas capaces de repartir cariño, simpatia y alegria con los nuestros y los no nuestros: con todos.
Y pensando en ese tiempo tan lejano, tambien me ha venido a la cabeza, que en esa epóca, aún en esas condiciones tan fantásticas, aun conspirabamos contra otros, la gente nos cabreabamos por cosas estupidas y tontas, criticabamos a otros compañeros, vecinos o amigos, sin valorar que podiamos conversar y aclarar algun mal entendido y terminar con un riquisimo cafe o copa, dependiendo de los actores.
Y compararando con la situación actual: no podemos quedar ni con nuestras propias familias en dias tan criticos como los que acaban de pasar, no vemos a nuestros amigos desde hace dos años......
Tal vez podriamos reconsiderar ambas situaciones y prometernos, que cuando esto pase (pasará, tiene que pasar) cambiaremos y sabremos aprovechar las buenas ocasiones que la vida nos ofrece. Tal vez, es el momento de recordar una poesia de nuestro gran Antonio Machado, el poeta de la nostalgia, en Yo voy Soñando caminos para que no nos anestesiemos del todo:
«En el corazón tenía/la espina de una pasión/logré arrancármela un día/ya no siento el corazón».
Y en la recogida de los regalos, también se saboreó un delicioso chocolate con roscón de reyes
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