14 de novienbre de 2022
En plena crisis económica, donde muchas familias deben de elegir entre comer o calentarse, sorprende que solo uno de cada diez escolares tenga acceso a una beca comedor. En concreto, se trata del 11,2% de los niños y niñas de educación obligatoria, cuando el porcentaje de niños que viven en situación de pobreza alcanza el 27,4%, según Save the Children. Eso indica que el programa de becas comedor, gestionado de forma centralizada por autonomías y ayuntamientos y casi siempre por vía telemática, no está actuando en la medida en que debiera como amortiguador de la desigualdad. Lo más grave es que este recurso vital para muchos niños ni siquiera llega a todas las familias que más lo necesitan y que cumplen todos los requisitos de acceso.
Para tener una idea sobre la pobreza infantil en nuestro país, aportamos algunos datos que ayudarán a esclarecer el panorama
Según datos de 2019, el 27,4% de los niños en España vive en riesgo moderado de pobreza, el 13,1% en riesgo alto y el 6% en riesgo severo (Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza infantil, 2019).
Los niños resultan ser especialmente vulnerables a la pobreza relativa de ingresos: en 10 de los últimos 12 años, los niños de 0 a 17 años han sido el grupo de edad con mayor riesgo de pobreza moderada.
Si desagregamos los indicadores por sexo, encontramos que el 26,4% de los niños están en riesgo moderado de pobreza, mientras que las niñas tienen un riesgo aún mayor (28,5%).
Un análisis más detallado de los grupos de edad revela que el 29,3% de los niños de 12 a 17 años están en riesgo moderado de pobreza, mientras que las tasas son más bajas para los que tienen entre 6 y 11 años (26,4%) y para los menores de 6 años (26,7%).
El riesgo de pobreza infantil o exclusión social parece tener una correlación negativa con el nivel educativo de los padres del niño o niña. En total, el 58,1% de los niños cuyos padres tienen un nivel de instrucción inferior a la secundaria están en riesgo de pobreza o exclusión social, que se reduce al 39,4% en el caso de los niños cuyos padres han tenido una educación secundaria superior y al 13% en el caso de los niños cuyos padres han alcanzado una educación superior. El origen migratorio de los niños, también es relevante a la hora de examinar el riesgo de pobreza o exclusión social: el 49,6% de los niños con al menos un progenitor de origen migrante estaban en riesgo de pobreza o exclusión social en España en 2019, la tasa más alta de la UE (Eurostat, 2021; Alba et al., 2020).
Viendo estos datos, no parece que sea el mejor momento para reducir el sistema de becas de comedor, cuando en muchos casos, esa comida, puede ser la única seria que ingieran los chavales al día.
Bibliofrafia: Diagnóstico de la situación de la infancia en España antes de la implantación de la Garantía Infantil Europea
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