21 de marzo de 2022
El lema de 2022 Invirtamos para poner fin a la tuberculosis. Salvemos vidas
El 24 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis, para concienciar al mundo sobre esta terrible enfermedad y sus consecuencia sanitarias y económicas. La bacteria que causa esta enfermedad fue descubierta por el Dr. Robert Koch en 1882, y a partir de este omento ya se dieron las pautas para poder prevenir y curar la enfermedad.

Sin embargo, las cifras de las personas que mueren y sufren aun esta enfermedad son devastadoras: Cada día mueren más de 4100 personas de tuberculosis y cerca de 28 000 personas contraen la enfermedad, pese a que puede prevenirse y curarse. Se calcula que gracias a los esfuerzos mundiales contra la tuberculosis 66 millones de personas han salvado la vida desde el año 2000. Con todo, la pandemia de COVID-19 ha revertido años de progresos contra la enfermedad. Por primera vez en más de diez años, en 2020 aumentaron las muertes por tuberculosis.
Las últimas cifras según la OMS:
66,000,000 de vidas salvadas desde el año 2000 gracias a iniciativas mundiales contra la tuberculosis. Año 2000 hasta ahora
9,900,000 personas enfermaron de tuberculosis en 2020
1,500,000 personas murieron de tuberculosis en 2020
‘…se estima que 10 millones de personas enfermaron de tuberculosis en 2018, un número que se ha mantenido relativamente estable en los últimos años. La carga de morbilidad varía enormemente de un país a otro, desde menos de 5 a más de 500 nuevos casos por 100 000 habitantes y año, con una media mundial que se sitúa en torno a los 130 casos.
Se estima que en 2018 se registraron 1,2 millones (intervalo, 1,1-1,3 millones) de muertes por tuberculosis entre personas VIH-negativas (reducción de un 27% desde los 1,7 millones de 2000), y otras 251 000 muertes (intervalo, 223 000-281 000)3 entre personas VIH-positivas (reducción del 60% desde las 620 000 de 2000).
La meta 3.3 de los ODS incluye el objetivo de reducir a un 90% el número de muertes por tuberculosis y en un 80% la tasa de incidencia de la enfermedad (nuevos casos por 10.000 habitantes y. En la Estrategia Fin de la Tuberculosis se definen los hitos o metas intermedias (2020 y 2025) y las metas (2030 y 2035) para reducir los casos de tuberculosos y las muertes conexas. Las metas establecidas para 2030 son reducir en un 90% el número de muertes por tuberculosis y en un 80% la tasa de incidencia de la enfermedad (nuevos casos por 100 000 habitantes y año), en comparación con las cifras de 2015. Las metas intermedias para 2020 consisten en reducir en un 35% el número de muertes por tuberculosis y en un 20% la tasa de incidencia. En la estrategia se incluye también para 2020 la meta intermedia de que ningún paciente de tuberculosis ni sus familias se enfrenten a gastos catastróficos como consecuencia de la enfermedad.
La tuberculosis afecta a ambos sexos y en todas las edades, aunque sobresale entre los grupos los hombres de edad mayor de>/ 15 años, que representa un 57% en el año 2018.En comparación, las mujeres constituían el 32% y los niños (edad <15 años) el 11%. De todos los casos de tuberculosis, el 8,6% eran personas con VIH.
Desde el punto de vista geográfico, la mayoría de los casos de tuberculosis de 2018 se registraron en las Regiones de la OMS de Asia Sudoriental (44%), África (24%) y el Pacífico Occidental (18%), con porcentajes menores en el Mediterráneo Oriental (8%), las Américas (3%) y Europa (3%). Ocho países representaban dos tercios del total mundial: India (27%), China (9%), Indonesia (8%), Filipinas (6%), Pakistán (6%), Nigeria (4%), Bangladesh (4%) y Sudáfrica (3%). Estos países más los otros 22 de la lista OMS de los 30 países con alta carga de tuberculosis acapararon el 87% de los casos mundiales.
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