19 de abril de 2022
El día 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro y de los derechos de autor, fecha decretada por la UNESCO como reconocimiento a todos esos hacedores de libros que nos han permitido vivir tantas experiencias, disfrutar muchismo y aprender de todo. En palabras de Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, con motivo del Día Mundial del Libro:’los libros tienen esa capacidad única de entretenernos, de instruirnos, de ser a la vez el instrumento que sirve para salir de sí mismo y para encontrarse con un autor, una autora, un universo o una cultura, y de ofrecer un tiempo para sumergirse más profundamente en sí mismo.’
En nuestra querida España, esa España mia, esa España nuestra, si bien hemos tenido a los más grandes escritores del mundo, cito a Cervantes, cuyo libro el Quijote, está considerado junto con la Biblia y las obras de William Shakespeare, uno de los libros más leído, del mundo, Lope de Vega, el más prolífico y famoso autor de comedias del siglo de oro, Garcilaso de la Vega, poeta inigualable, Santa Teresa de Jesus, la reina del misticismo, leerla es como subir al cielo, Pérez Galdós, el mejor cronista de la España del siglo XIX, Antonio Machado, el poeta de la nostalgia, García Lorca, el dramaturgo más desgarrado y lírico qe hemos tenido y un larguísimo etc.. pues a pesar de estas obras de arte que tenemos, no somos un país de lectores.
La pregunta inmediata es ¿porqué?
Algunos dicen que por no llueve. Ciertamente el sol y el buen tiempo promueve vivir al aire libre, sentarse a la puerta de la casa en verano y charlar con el vecino que tengas más a mano. Y además normalmente, estas charlas son de los mas productivas porque se terminan arreglando el país, (donde por cierto siempre ha habido mucho que arreglar). No nos imaginamos a un alemán, británico, polaco etc.. en esta guisa, no seguro que no.
Otra circunstancia ha sido el catolicismo. No se confunda con la religión cristiana, sino con la postura de la iglesia católica, que nunca ha sido promotora para que sus fieles leyesen la Biblia. Realmente no tengo información fidedigna de si estuvo prohibida o no su lectura. Este párrafo aclara un poco la situación:
Lo que la Iglesia afirmó en el pasado es que su lectura no era estrictamente necesaria para todos (Clemente XI, año 1713, Denzinger 1429) ni conveniente para las personas impreparadas (Pío VII, año 1816, Denzinger 1604), puesto que pueden fácilmente caer en la herejía, «porque no han nacido las herejías, sino porque las Escrituras buenas son entendidas mal» (San Agustín).
El hecho real, es que todos los hijos de la iglesia protestante, tiene la Biblia como libro de cabecera y los católicos, en su gran mayoría no la hemos leído. El factor decisivo, es sin duda el bajo nivel cultural histórico de España comparado claro está con sus vecinos europeos. Sin embargo, ahora, eso está cambiando, como consecuencia de que ya no existe brecha cultural entre Europa y España.
No obstante, en estos momentos, los soportes culturales están cambiando a un ritmo frenético, y el de la lectura también. Con el desarrollo de las grandes plataformas, está variando la forma de comunicarnos, y los medios audiovisuales están arrasando frente al más universal de todos: la lectura. Pero en el fondo es solo cuestión de soporte: lo importante es que lo que se comunique tenga contenido y éste, sea bueno. Lo que quiere decir, que en el fondo, para crear buenos productos en cualquier soporte, es necesario que el autor sea conocedor de la materia, y eso, sólo se alcanza leyendo esos libros icónicos, reescribiendo las frases, dejando glosas en el libro (aunque esto último solo se deba hacer en los propios).
Gracias a todos los autores, editores y distribuidores de ese
objeto mágico que es el libro
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